Escorpio 23/10 - 20/11

Su lado positivo:
Emocional, decidido, poderoso y apasionado. El Escorpio es un signo con mucho magnetismo.

Su lado negativo:
Celoso, compulsivo y obsesivo. Los escorpio pueden ser resentidos y tercos.

Le gusta a un escorpio...
La verdad, el trabajo cuando tiene sentido. A un Escorpio le gusta involucrarse en causas y convencer a los demás.

No le gusta a un escorpio...
Lo superficial, relaciones sin sentido. Un Escorpio no acepta con buen agrado los halagos fáciles y tampoco soporta que la gente le tome el pelo.

Descripción de Escorpio
El Escorpio es un signo intenso con una energía emocional única en todo el zodiaco. Aunque puedan aparecer tranquilos, los Escorpio tienen una agresión y magnetismo interno escondidos dentro. Son afables, buenos tertulianos, reservados y cortés, pero aunque parezcan estar algo retirados del centro de actividad, en realidad están observando todo con su ojo crítico.
El Escorpio es tremendamente poderoso y su carácter puede causar enormes beneficios o grandes riesgos para los demás. Su tenacidad y fuerza de voluntad son únicas pero sin embargo son muy sensibles y fácilmente afectados por las circunstancias que les rodean. Son emocionales y fácilmente heridos o aludidos. De hecho pueden perder totalmente el genio al percibir, incluso erróneamente, que alguien les ha insultado. No saben morderse la lengua y pueden ser muy críticos.
Si un Escorpio logra utilizar su enorme energía de forma constructiva, es un gran activo para la sociedad y se puede convertir en un gran líder. No obstante, los Escorpio deben aprender a controlarse, porque pueden llegar a ser demasiado críticos y resentidos con los demás. Son excelentes amigos de los que consideran merecen su respeto.
Los Escorpio son muy imaginativos e intuitivos y tienen una gran capacidad para analizar situaciones y personas. De todos los signos del zodiaco son los que más probabilidad tienen para convertirse en genios siempre y cuando controlan su lado negativo porque si toman el camino equivocado pueden ser muy destructivos hacia ellos mismos y hacia otras personas. Deben intentar evitar sensaciones como la arrogancia, la agresión y los celos, porque se rinden ante tales sentimientos negativos, tal es su fuerza para sentir intensamente que pueden perder el control.

Escorpio y las relaciones personales
El Escorpio es el símbolo del sexo, y los Escorpio son personas muy apasionados y sensuales. Para los escorpio, el acto del amor es un acto espiritual y son capaces de sentir cosas que otros signos nunca logran. Su intensidad de sentimientos hace que sus relaciones amorosas son profundas, mágicas y, a veces, trágicas. Cuidan mucho a sus amigos, aunque si alguien les traiciona es difícil recuperar su amistad y confianza.
Sólo el amor de una Madre apoyará, cuando todo el mundo deja de hacerlo.
Sólo el amor de una Madre confiará, cuando nadie otro cree.
Sólo el amor de una Madre perdonará, cuando ninguno otro entenderá.
Sólo el amor de una Madre honrará, no importa en qué pruebas haz estado.
Sólo el amor de una Madre resistirá, por cualquier tiempo de prueba.
No hay ningún otro amor terrenal, más grande que el de una Madre.


Quien que tenga un hermano,
a Dios, no haya agradecido,
que pueda chocar su mano,
cada vez, que hemos querido.
Reír, llorar, jugar, contigo así ha sido,
y de vez en cuando hemos peleado,
pero... jamás hemos olvidado,
que nacimos de un amor bendecido.
Me enseñastes gran hermano,
que el quererse y respetarse,
es un gran sentimiento humano,
que nunca podrá olvidarse.

Las velas francas de la amistad desplegadas, listas para enfrentar cualquier viento, cualquier tormenta.
Así zarpamos tú y yo, amiga, por las aguas turbulentas de la vida.
Primero hubo tiempos de soles y de estrellas, cada uno vació su tesoro en el otro, y así supimos quienes éramos. Pero luego la calma cedió y los vientos soplaron fuertes y hubo que poner a prueba todo lo que alguna vez habíamos puesto en palabras.
La lucha fue cruenta e impiadosa. El barco giró y ambos caímos al agua. Era difícil reconocernos en la noche entre las olas, la lluvia y los truenos.
A veces parecía que estábamos solos, pero luego nos veíamos, apenas a lo lejos. Y un débil hilo de voz llegaba del uno al otro con palabra blancas como palomas: "Reciste" "Ya pasará" "Atravesaremos esto juntos".
Pero la tormenta siguió y arrastró al barco hasta el fondo helado del océano, y nosotros, exhaustos, solo pudimos aferrarnos a un pedazo de madera para mantenernos a flote.
Pero el pedazo era demasiado pequeño como para soportarnos a los dos, así que nos miramos a los ojos en ese momento y supimos que había llegado la hora de la verdad. El instante preciso en que la amistad se pone en juego.
Debajo de la lluvia, que aún caía, no hicieron falta palabras para saber exactamente lo que debíamos hacer. Emprendimos nuestro regreso a casa juntos. El pequeño trozo de madera nos hizo ver cuan grande era nuestra amistad.
Turnados para flotar en la madera, llegamos a la costa. Uno nadaba y el otro descansaba, después cambiábamos los roles.
Allí esta encerrada toda la filosofía de la amistad: cuando uno está caído su amigo lo levanta, y viceversa.

Te amo hermanita.

No me des siempre todo lo que pida,
a veces yo sólo pido para ver cuánto puedo obtener.
No me des siempre órdenes;
si a veces me pidieras las cosas lo haría con gusto.
Cumple siempre tus promesas;
si me prometes un premio o un castigo, dámelo.

No me compares con nadie
Si me haces lucir peor que los demás seré yo quien sufra.

No me corrijas delante de los demás,
enséñame a ser mejor cuando estemos a solas.
No me grites,
te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a gritar.
Déjame valerme por mi mismo
o nunca aprenderé.
Cuando estás equivocado admítelo,
y crecerá la opinión que tengo de ti.
Haré lo que tú hagas,
pero nunca lo que digas y no hagas.
Cuando te cuente mis problemas, no me digas no tengo tiempo;
compréndeme y ayúdame.
Quiéreme y dímelo, me gusta oírtelo decir.
Quiero ser tu fortaleza en tu debilidad
Quiero ser tu apoyo y contigo poder contar.
Quiero que nunca me olvides porque yo nunca te voy a olvidar
Quiero estar siempre contigo, aunque cerca de ti no pueda estar.
Quiero pensar que ya nada podrá romper este lazo que a nuestras almas une mas allá de la hermandad.
Quiero agradecerle a DIOS que me dio tu Amistad y pensar que merezco conservarla
No pido nada más....

Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino. Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, mas otras apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos. Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos. El primero que nace del brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá, que nos muestra lo que es la vida. Después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros. Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien. Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz. Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado un amigo enamorado. Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies. Mas también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca. Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra. El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino. Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad. Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrán de los que no nos dejarán nada. Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.